Los delegados y delegadas congresales de la mitad de los sindicatos que integran la Federación impugnaron y se retiraron del Congreso convocado para iniciar el proceso electoral, debido a las irregularidades en la acreditación de delegades congresales.

La conducción de Conadu reiteró e intensificó sus actitudes reñidas con la democracia sindical, como negar el uso de la palabra y cerrar micrófonos a les congresales.

El intervencionismo de la Comisión de poderes, nombrada por la Mesa Ejecutiva, sobre las delegaciones informadas por las asociaciones de base produjo un clima de desorden y zozobra, en el que 16 de los 32 sindicatos que integran la Conadu se retiraron del Congreso.

Este bochornoso Congreso es una muestra más de un modelo sindical agotado, que como ya hemos denunciado se negó a utilizar el estatuto aprobado en 2019 (que establece nuevos criterios para les congresales, establece la paridad en las listas, amplía la Mesa ejecutiva, y crea nuevas secretarias, entre ellas la de Género, entre otras cuestiones).

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